Aquaman en el universo cinematográfico suele ser retratado como un héroe fuerte y valiente, a menudo mostrado disfrutando de una copa de alcohol.
Sin embargo, una exploración de las páginas de los cómics revela una historia diferente.
En «Aquaman: El Tiempo y la Marea» de 1993, se nos presenta un aspecto único del héroe que desafía la narrativa popular: Aquaman no consume alcohol, como se sugiere en la pantalla grande.
La trama se desarrolla cuando Aquaman decide presentarse por primera vez a los habitantes de la superficie como un verdadero héroe.
Políticos astutos, percebendo uma oportunidade de lucro, tentam capitalizar a novidade, oferecendo uma série de produtos para serem comercializados em associação com o Rei dos Mares.
Sin embargo, las cosas toman un giro inesperado cuando los políticos, ansiosos por explotar la popularidad de Aquaman, le ofrecen al héroe una botella con un líquido no identificado.
Ante las tonterías pronunciadas por los políticos, Aquaman comienza a sentirse mal y pide agua urgentemente. Sin dudarlo, le entregan la botella, creyendo él que contiene agua.
Sin embargo, al ingerir el líquido, el héroe lo escupe directamente en la cara del político, indignado por el intento de manipulación.
Esta escena reveladora resalta un aspecto poco explorado de la personalidad de Aquaman en los cómics. Mientras que en las películas su relación casual con el alcohol a menudo se destaca, en las historietas el héroe muestra una postura firme en contra del mismo.
Por lo tanto, al ver las aventuras de Aquaman en el cine, es interesante recordar que las páginas de los cómics ofrecen una exploración más profunda de su personalidad.