Dentro de las numerosas dimensiones del Multiverso de las Sombras, ha surgido una figura oscura y aterradora, desafiando todas las expectativas que teníamos sobre el Caballero Oscuro.
Este ser siniestro es conocido como el Batman que Ríe, una versión alterada y distorsionada de Bruce Wayne de la Tierra -22.
En el Multiverso de las Sombras, donde las pesadillas se hacen realidad, el Batman que Ríe encuentra su propósito como un psicópata asesino, jurando lealtad a Barbatos, la misteriosa entidad demoníaca también conocida como el Dios Murciélago. La información sobre su origen es escasa, pero se sabe que alguna vez gobernó y controló el mundo de los humanos antes de ser desterrado a la oscuridad de su realidad sombría.
La transformación de Bruce Wayne en el Batman que Ríe ocurrió de manera brutal y sombría.
Todo comenzó cuando su archienemigo, el Joker, inició una matanza despiadada en Ciudad Gótica. Confrontado con la muerte inminente, el Payaso del Crimen ideó un plan retorcido para garantizar su continuidad, incluso después de la muerte.
Al colocar una toxina letal en su propio corazón, aseguró que si alguien lo matara, esa persona se convertiría en el próximo Joker, perpetuando así la esencia caótica del villano.
El destino jugó una partida traicionera cuando el propio Batman enfrentó al Joker en un enfrentamiento inevitable. Sin el conocimiento del héroe oscuro, al matar al Joker, Bruce Wayne fue infectado con la toxina letal, destinado a convertirse en una fusión distorsionada entre Batman y el Joker. Así nació el Batman que Ríe, un ser atormentado por una dualidad aterradora, parte héroe, parte villano, en un solo cuerpo.
El Batman que Ríe adoptó una personalidad caótica, convirtiéndose en una nueva encarnación del Joker en su mundo sombrío. Su misión es difundir el caos y la destrucción, llevándolo a enfrentarse no solo a los héroes, sino también a los villanos, en una búsqueda implacable de diversión sádica.
¿Cuál es el origen del Batman que Ríe?
Todo comenzó cuando el Joker, el archienemigo del Caballero Oscuro, sumió a la ciudad en una pesadilla de violencia y caos. El Payaso del Crimen, en su locura, descubrió que estaba muriendo debido a los mismos productos químicos que lo transformaron en la figura grotesca que era.
En medio de su propia destrucción inminente, el Joker decidió llevarse a todos los demás consigo, desencadenando una matanza despiadada en Ciudad Gótica.
En este escenario aterrador, Batman enfrentó una de las pruebas más angustiantes de su vida. El Joker asesinó brutalmente a todos los enemigos del Caballero Oscuro, eliminando al Pingüino, a Catwoman y al Croc de manera cruel. Además, golpeó directamente el corazón del héroe oscuro al matar al amigo más cercano de Batman, el Comisionado Jim Gordon.
En un acto de pura perversidad, el Joker drogó a Batman, inmovilizando su cuerpo mientras dejaba su mente intacta para presenciar la carnicería que había causado.
En medio del caos, bombardeó un hospital, agregando una dosis personal de dolor al quitar la vida a los padres de varios niños inocentes. Aún insatisfecho, el Payaso del Crimen inyectó una cepa incurable e irreversible del gas de la risa en los niños, con la intención de crear un híbrido de Batman y Joker, una fusión insana de sus personalidades.
En un torbellino de trauma y furia, Batman recuperó el movimiento y, consumido por el dolor, confrontó al Joker. El enfrentamiento culminó en una escena aterradora, donde el Caballero Oscuro rompió el cuello de su archienemigo.
Sin embargo, lo que Batman no sabía era que el Joker llevaba consigo una toxina mortal en su corazón, lista para infectar a cualquier persona cercana a él si moría. Sin forma de escapar del cruel destino que le esperaba, Batman fue contaminado por la toxina del Joker.
Así nació el Batman que Ríe, una creación inesperada y aterradora que encarnaba la oscura dualidad de Batman y el Joker en un solo ser. Este ser atormentado y caótico, ahora infectado por la toxina de la risa, encontró su propósito en esparcir el caos y la destrucción dondequiera que fuera.
La transformación de Batman en el Batman que Ríe es una narrativa oscura y angustiante que nos recuerda que incluso los héroes más nobles y valientes están sujetos a adversidades terribles y elecciones imposibles.
La historia nos confronta con la pregunta: ¿hasta qué punto puede llevarnos una tragedia a perder nuestra humanidad y entregarnos a la oscuridad?
Este oscuro viaje nos hace reflexionar sobre las complejidades de la psique humana, las consecuencias de nuestras acciones y la fragilidad de la línea entre héroe y villano. Ciudad Gótica, en toda su oscuridad, nos enseña que no todos los héroes salen ilesos de las sombras y que el precio de la justicia puede ser más alto de lo que jamás imaginamos.